¡Compañeros, alcanzaremos la multiplicidad infinita!

Los responsables de este blog acabamos de recibir el encargo de diseñar un proyecto dedicado a la cultura que se mueve fuera del ámbito institucional público o privado; no ocultamos la ilusión que esto nos produce, pues la riqueza del conjunto de manifestaciones culturales que vamos a examinar es inconmensurable. Lo que está a punto de caer bajo nuestro microscopio electrónico es con frecuencia la cultura más libre y audaz que existe, al no estar sujeta a imposiciones dinerarias; esta cultura subterránea es también muchas veces la que mejor representa el aspecto antropológico del hecho cultural, al nacer de gente de a pie, no separada de la existencia común por haber probado las mieles del éxito (no siempre son ciertas estas premisas, que hay por ahí algunos que se han hecho ricos con la cultura subterránea; sin embargo, a todos los precedió algún individuo que jamás poseyó una mansión en el Caribe).

Un problema al que nos enfrentamos es la dispersión de nuestro objeto de estudio; hemos dicho que este proyecto se centra en la cultura que se mueve fuera del ámbito institucional público o privado, con lo cual estamos intentando abarcar una serie variopinta de fenómenos definidos por exclusión. Esto contribuye a que el presente proyecto, comparado con aquellos con los que se relaciona, sea mucho menos concentrado y bastante más propenso a los saltos conceptuales; en todo caso, nuestro objetivo es que lo aquí expuesto resulte de utilidad a los participantes en otros blogs, al ofrecerles una tentativa de reverso de la moneda, un intento de versión subterránea de aquello que andan enfrascados en examinar.

Gracias por vuestra atención y vuestros posibles comentarios.

P.D. :A todo esto, la desconcertante y amazacotada imagen que decora esta entrada no refleja un pan de pueblo a pesar de las apariencias; se trata ni más ni menos que de la afamada (o eso quisiéramos nosotros) obra de nombre "Parte 2 de la obra La difícil convivencia metalingüística de dos planos superpuestos de alimentación 5.0 (bocadillo de chopped 5.1 y bocadillo de polvorones 5.2)", que no desentonaría en ninguna muestra internacional de las últimas tendencias en cuanto al porvenir del hecho artístico, pero ni siquiera puede exponerse en el Museo Municipal de Estepa, quedando entonces relegada a las cajas de dulces navideños que vendían los adolescentes para pagarse el viaje de fin de curso del instituto.

Esperamos que sirva para ilustrar lo que se avecina.